Este faro de tercer orden, luz fija blanca y 13 millas de alcance, se situó en la punta este del Cabo de Cullera, encendiéndose por vez primera en 1858 su lámpara alimentada por aceite de oliva, que se cambiaría en 1880 por otra de aire comprimido, que utilizó originalmente parafina y a partir de 1901, petróleo. En 1916, se sustituye por un sistema de incandescencia por vapor de petróleo a presión. A partir de 1919, para conseguir una característica de ocultaciones equidistantes, estrena un juego de pantallas interiores giratorias. La electrificación llegó en 1931. Durante la Guerra Civil, el Comité de Defensa Antiaérea ordena que deje de alumbrar el faro. Más tarde sirve de alojamiento a un puesto de observación semafórica y a una central telefónica que coordina los distintos servicios de observación de la costa. Finalizada la guerra, las restricciones eléctricas le hacen volver temporalmente a la antigua lámpara de petróleo. Entre 1954 y 1960 se remodela el faro, convirtiéndolo en una señal aeromarítima. Se cambia la característica, que será de tres destellos cada 20'', y se instalan una nueva linterna y mecanismo de rotación. Debido a la atípica forma circular del edificio original, se han realizado diversas remodelaciones para proporcionarle habitabilidad, siendo las más importantes las de 1919 y 1945. Tiene a la vista los faros de San Antonio y Valencia, y una carretera asfaltada de 6 Km le comunica con Cullera. En sus alrededores proliferan grandes urbanizaciones turísticas.