Pasados algunos años desde la construcción de los faros previstos en el primer Plan de Alumbrado para las costas menorquinas, la experiencia demostró la insuficiencia de luces en la parte norte de Menorca, la más peligrosa por las corrientes y la influencia de los fuertes vientos de Tramontana. Alumbrada únicamente por el faro de Caballería, en 1910 se acuerda establecer otro en Punta Nati, al extremo NE de la isla, destinado a cubrir la zona de oscuridad hasta el puerto de Ciudadela. Inaugurado en 1913, su apariencia es de grupos de 1 y 3 destellos blancos visibles a 26 millas de distancia. La instalación constaba de una óptica dióptrica de cuatro paneles giratorios indistintamente sobre cojinetes o sobre mercurio, máquina de relojería, linterna cilíndrica de cristales curvos y montantes verticales, y una lámpara de vapor de petróleo de calefacción exterior y capillos de 40 mm. El aparato óptico, inicialmente destinado para el faro de Melilla, fue posteriormente asignado al de Nati, dada la construcción del faro de Tres Forcas. Los problemas que daba la lámpara hicieron que en 1931 se sustituyera por un sistema de alumbrado de gas acetileno. Una pequeña carretera asfaltada de unos 6 km que sale de Ciudadela en dirección N, nos conduce directamente hasta la entrada. El lugar es bastante inhóspito, con acantilados de caída casi vertical que dificultan el acceso al mar.