En 1942, y tras infinidad de naufragios en la zona del Cabo de Vidio y los islotes cercanos, se aprueba establecer en los acantilados de la punta norte una luz blanca de destellos aislados equidistantes y 25 millas de alcance. Se inaugura en 1950, y su aparato óptico está formado por cuatro paneles dióptricos y cuatro prismas de haz aéreo que desvían los destellos 28° hacia arriba, ayudando también a la navegación aérea. En 1951 entró en servicio una sirena eléctrica con un alcance de 5 millas. Por la carretera de la costa que enlaza Gijón con Luarca, dejando atrás la desviación de Cudillero, un sinuoso ramal que transcurre por el paisaje típico de la zona oriental asturiana conduce hasta Oviñana, y 2 km después, al cabo de Vidio.