Situado en el punto más alto de la escarpada Isla de Ons, en 1865 se encendió el faro, con un aparato de 5º orden con característica de luz fija blanca variada por destellos, con un alcance de 17 millas. Tenía como lámpara una de aceite de oliva que se cambió, trece años después, por una para petróleo de una mecha. En 1902 se determinó que debía tener mayor alcance y una característica de grupos de destellos blancos. Para conseguir estas condiciones, en 1904 se le puso una instalación de vapor de petróleo y calefacción exterior, pero fue insuficiente. Sería preciso reformar la torre, cambiar el aparato y ampliar el edificio. La solución adoptada fue la de construir un nuevo faro sobre la base del primero a 10 m de distancia. Se inauguró en 1926 con una óptica giratoria y un sistema de vapor de petróleo a presión. La característica fue la de cuatro destellos relámpagos cada 24", con un alcance nominal de 24 millas, siendo de los pocos faros de petróleo que aún subsisten. La isla de Ons forma una barrera natural alargada y estrecha de abruptos acantilados, que se elevan hasta los 127 m de altura coronados por el faro. Sólo el sureste es resguardado y tranquilo, donde están las playas y el muelle en el que atracan las embarcaciones. Desde allí parte el empinado camino que conduce al pueblo, hoy día habitado únicamente durante el verano.